Poco a poco pero con seguridad no se puede negar con el comienzo del mes de diciembre y del tiempo cada vez más frío – ¡en menos de tres semanas es Navidad!
¿Y qué no puede faltar en ese tiempo animado?
¡Un arból de Navidad!
se aprovechó la ocasión y se puso un maravilloso y alto abeto delante del edificio nuevo durante un evento pequeño. El equipo de colaboradores fue recibido con sonidos navideños de la banda de música propia al anochecer. Eso produció emociones pensativas en todas personas presentes y las invitó a detenerse y reflexionar. En ese tiempo tan movido hay pocos momentos tranquilos.
También dedicó en su discurso un especial recuerdo al dueño fallecido hace dos meses, y confirmando que el señor Reck hubieratenido una gran alegríaen un evento tan agradable. Después del discurso llegó el punto destacado de esa tarde – encender el arból de Navidad iluminado en todo su esplendor.
a repartir personalmente el ponche caliente y salchichas crujientes. Sobre todo los niños se alegraron mucho del pan de especias de aroma delicioso. Claro que los niños de los empleados no pueden faltar en un evento tan festivo.
fue un encuentro animado y entrañable, sobre todo una buena preparación a las proximas semanas. O dicho con las palabras del señor Ott sobre el arból de Navidad: “Miradlo, el os saludará cada mañana y vos despedirá cada tarde con sus lucecitas. ”